viernes, 26 de noviembre de 2010

jueves, 25 de noviembre de 2010

Ya decía yo que si servía!!

Hoy estoy que no quepo en mi misma de Felicidad!!! ando volando entre nubecillas azul pastel, feliz, feliz, feliz, ¿por qué? pues por Feliiiiiiiiiiiiiiii mi antiguo y viejo amor novohispano, es un enamoramiento que me inspira a ser una mejor alumna, cumplida y responsable. La verdad con ella (por que Feli es una mujer) si me salgo del closet y digo abiertamente que la amo, desde hace trecientos años la amé y hoy la volví a encontrar entre las palabras que salen de mis manos.

En pocas palabras, es la tesis!!! la tesis de su vida, de su feminidad y de la forma en la que manejó su dolor y responsabilidad familiar. Ya decía yo que de algo iban a servir tantas y tantas horas pasando aquí escribiendo en este blog impopular y muchisimas más horas escribiendo en los diarios de princesas de los que siempre me hacía ilusión tener y llenar de palabras vacias y sentimentaloides.

Hoy mi asesora me dijo que le gusta mucho cómo escribo, y sí a mi me gusta escribir, no ganaré un Pullitzer o un Nobel de literatura pero desde que aprendí las letras en el kinder, supe que me gustaban. En la primaria me desesperaba que los niños a mi alrededor no entendieran cómo es que se escrbía alguna letra, si yo lo podía hacer no era tan complicado ¿no?. Los números en cambio me parecian de otro mundo, tan complejos cómo incoherentes, que si importantisimos claro, pero no tan bonitos cómo la letra R manuscrita o graciosos cómo la letra B panzona.

Un día no sé de donde saqué esa idea de escribir en un diario, tal vez de las fantasías románticas de las películas infantiles, o de fotografías de revistas que hojeaba, pero yo quería mi diario rosita con candado y llave súper secreta, esa idea se me metió cómo taladro, y un día en un tianguis (o mercado de pulgas cómo lo llaman los ricachones) le dije a mi mamá: me compraaaas?? (obvio con la miradita de gatito con botas y sin hacer sonido alguno) era un diario pequeño con tapas duras del color más rosa chillon que puede haber, perfumado, made in china, y en la portada una cenicienta en versiòn japonesa pero con la iconografía Disney, en conclusión... era her-mooo-sooo!! y q?? jotito pero perfecto para mis 6 o 7 años que poseía en esos ayeres. Presumida yo por lo que me había comprado mi mami lo andaba contemplando y en sus tapas rosas se quedaron mis ojos infantiles, lo quería hacer mío!!!! míoooooooo!!!

Y lo hice mío como un mes después en lo que recuerdo una pobre crónica del día que había pasado cuando lo compré, o sea, contandole al diario cómo había llegado a mis manos, a esa edad no había leido el Diario de Ana Frank aún, pero creo q es una costumbre en las niñas contar en las primeras páginas la historia de la adquisición, y aquí una nota gatita ñoña de Bibliotecaria sabelotodo: esto en Bibliografìa se aprecia bastante por que otorga una información escencial de cómo es adquirido un libro o un documento antiguo, y se puede rastrear su verdadero orígen, tenía que decirlo sino iba a explotar XD.

Entonces ahí me tienen, con seiscientos errores de ortografía, quinientas faltas a la real Académia, pero desquitando en mi pequeño diario las ganas de aniquilar a mis compañeritas de salón, o renovando votos hacía mi amor de primaria. Hoy día ese diario quedó nomás en mi memoria a largo plazo, por que en la mudanza de mis 11 años se quedó en la casa del Moral. Creo que unos primos lo encontraron y lo leyeron los metiches lo sé por que me lo dijeron en una Navidad, pero no me preocupó, dudo mucho que se pudiera entender a la primera lectura, y no por complicados conceptos filosóficos como los de Calvin, sino por q la estructura morfosintáctica daba mucho que desear, jeje, lo q si me enfureció y los envidié profundamente, ¡¡malditos lo hubieran recuperado de las garras de la humendad de esa bodega vieja de cucarachas!! y yo lo conservaría cómo tesoro, el único patrimonio de mi infancia inocente.

Después confieso... le fuí infiel, y a los 11 volví a hacer cara de gatito con botas y mi mamá me compró uno con portada de Mimi XD, ahí desde que entré a la secundaria hasta que salí de la prepa, escribí, escribí y escribí. Locuras, ocurrencias, adolescencias tontas, aburridas, hormonales, pero de la precaria escritura de patas de araña, pasó a ser una formula filosófica del amor, de la vida y de los secretos que escondía entre la timidez y lo "loser" que era ser yo. Me acabé sus páginas, me gastaba las noches escribiendo en él, y era tanta mi hambre de escritura que llenaba de paginas sueltas los cajones de mi cama, salí del cuadernillo y escribí poemas primitivos surrealistas amororsos. Salì de la monotonía del cuadernillo y escribía mini cuentos primaverales en hojas recicladas.

Ese si sobrevive, y es bonito ver que por lo menos si mis primos leen este, si le van a entender, por eso lo escondo. Ahora tengo lleno el escritorio de libretas y diarios que según el estado de animo, me inspiran para relatar ciertas cosas o dibujar otras tantas, depende de lo que quiera hacer por las noches, y sino para eso este blog impopular.

Y hoy estoy que no quepo en mí de felicidad, por q mi asesora me dijo que escribo bien bonito, que si sigo así hasta se le antoja cómo publicación, y que no me duerma en mis laureles. Yo sólo pude pensar que escribo bien por que de niña me compraron un diario que olía a perfume barato, ¿conocen el olor de los abanicos chinos que venden en las tiendas chinas? así olía mi diario de cenicienta japonesa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Un post desde mi pan de cada día

Estoy en el trabajo, tengo mucho frío, en esta biblioteca hay una especie de refrigerador tétrico que me produce hipotermia de vez en cuando, no hay sol por las ventanas, solo las sombras de los árboles universitarios, no hay calefacción, apenas si tengo una computadora decente con monitor rosa (en su interior no en su exterior).

Salgo a las 4 pm, mientras ya comí un lunch preparatoriano y mucho té caliente para nivelar el frío, en verano de segurito también hará este frío malvado demoniaco. Cuando salgo de aquí hace una temperatura agradable, me quito la chamarra invernal y en el camión me voy del lado de las ventanas solares, agradable calor, lindos rayos ultravioleta nunca los había querido tanto.

Un día iba pensando que no quería llegar a trabajar, el frío me invadió desde la vista hacía los estantes -fuck me- pensé... yo creo que el infierno no ha de estar ardiendo más bien ha de estar congelado!! el frío es mas aterrador que las llamas calentitas, quien dijo que ardía??

Entonces mi trabajo... es bonito, hago lo que quiero, cuando quiero y a la hora que quiero, yo sola me pongo límites, metas y objetivos, llego temprano cómo jamás en la vida he llegado a algo (por algún par de excepciones claro, pero sólo culpo a la tesis por mi impuntualidad ), todos son amables conmigo y para variar, cómo en mi servicio social y en otras experiencias laborales que he tenido, soy la más joven de todos, la niña, la chiquis. Sólo es el maldito frío el que me hace sufrir en mis 7 horas de estancia laboral.

Disfruto de andar contando libros, de catalogarlos y etiquetarlos, por alguna extraña razón lo que más disfruto es salir de la Biblioteca e ir a los mandados, que al banco, que a la facultad vecina, que a la Biblioteca Central, lo que menos me gusta es contestar teléfonos. Cómo diría Calvin, suena el teléfono, se acerca, lo desconecta de la pared y piensa -de todos modos nunca es para mí-, y si nunca es para mí, por eso mejor que ni suene.

Lo que más me gusta es que me pagan por hacer las cosas pacíficas que hago hasta en mi casa, limpiar estantes, sellar libros, mover muebles. Bueno en el mes que llevo eso he hecho pero presiento que el próximo año andaré pariendo chayotes =S, así que mejor me pongo a terminar la tesis que tanto me ha costado concluir, si el frío me deja pensar.

En mi casa pondré fotos comprometedoras de mi "oficina" que todos quieren conocer y nadie viene a visitar, a mi gusto es bastante cómoda y fresca cómo yo =D (modestia a parte), el viernes pasado casi termino un libro de aventuras estudiantiles, muy bueno, hoy a ver si termino uno de educación en la época colonial.

Llegué a un lugar tranquilo y medio abandonado, pero ahora está habitable y hasta puede funcionar cómo estacionamiento de bicicletas XD, ya veremos que irá pasando, mientras mi relato en un rato libre de oficios y de compromisos catalográficos. Mañana toca visita a Biblioteca Central de nuevo, y me emociona de alguna extraña manera geek-nerd-ñoña. Mañana espero llegar de buenas.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Mi milky modorra



Ya alguna vez relaté el origen de mi amor por mi milky, y aquel inolvidable primer encuentro, pero hoy cómo tengo una leve crisis de escritor, quiero empezar un ejercicio de desoxidación con ésta declaración de amor (mil veces declarada ya) hacía mi westie de peluche... de carne y hueso.

Yo amo a mi milky cómo ya muchos han de saber, la abrazo hasta sacarle el aire cada que puedo, le beso los ojillos por las madrugadas y le doy golosinas cuando me mira con sus almendritas penetrantes delineadas naturalmente y llenas de largas pestañas blancas. Es mi Milky sólo mía y nada más que mía.



Ella me encuentra muy interesante tal vez, por que cada que llegó del trabajo o de la escuela me mira curiosamente por la ventana, que da del patio al comedor, y mueve la cola insistentemente. Cuando me agacho para acomodar su cama en su casa de labrador, toma impulso desde donde esté parada y corre cómo alma que lleva el diablo hasta arrojarme sus patas delanteras sobre la espalda. Cuando le doy de comer brinca emocionadamente hasta cuatro veces su estatura promedio, un secreto debo contar... ama la comida para gato XD es un perro con desorden de personalidad, cómo su servidora.



En la casa su andar es desgarbado, brincotea en una patita trasera sabrá Dios por que, pero cuando salimos a dar un paseo, se pone derechita cómo perrito de concurso y el brincoteo espontáneo se acaba milagrosamente, levanta la colita y hasta para correr en las avenidas es elegante y preciosamente tierna.


Cuando era una linda cachorrita de 3 meses, llegó a casa y desde entonces fue feliz conmigo, yo la abrazaba la cargaba la quise desde que la vi tan pequeñita y robustita. Ya sabía subir las escaleras pero le tenia cierto recelo a las alturas no se acercaba mucho a los bordes del segundo piso. Siempre con su mirada inteligente y audaz.


Esa primera noche en casa tenía miedo de estar sola, pero tenía que estarlo. A la mañana siguiente me desperté muy temprano para verla y ya estaba haciendo desastre ella solita, me vió y empezó a chillarme. como rogandome para que me le acercara, brincó (o escaló mejor dicho) los obstaculos que le habiamos puesto para que no pasara de la sala, la cargué y me puse a ver la televisión mientras se tranquilizaba, estaba toda feliz, siempre ha sido un perrito muy feliz y alegre.

Cuando cabía en mi regazo la mantenía ahí hasta que se quedaba profundamente dormida, era tan pequeñita, blanca y suave, entre sus sueños movía las patitas. Era mi bebé, y lo sigue siendo.

Cuando eramos niños, en mi casa siempre había perros, Akitas para ser precisos, eran grandes e imponentes, cariñosos pero un poco más fuertes, no inspiraban mucha ternura pero si mucho amor. Eran dos, se llamaban Gimie y Holkan, pareja de esposos caninos, se amaban, se cuidaban y se extrañaban. Dejamos de tener a ambos hasta mi adolescencia, así llegó Milky a mi casa y a mi vida, yo siempre amante de los perros, yo con ganas de tener una mascota pequeña pero fuerte y vivir mi fantasía del Mago de OZ yo Dorita ella mi terrier Totó.


Milky es inteligente, la más inteligente que hemos tenido cómo dice mi papá, siempre alerta siempre vivaz, fiel, juguetona, hiperactiva, tragona, panzona y bella. Le gusta que le sobe la pancita, que le agarre el pelito de la frente y le haga una trenza francesa, que le acomode las orejas picuditas y que le dé abrazos apretujados.

Antes de tenerla yo creía que no poseía ese instinto maternal del que tanto hablan, de todos modos nunca he pensado seriamente en tener hijos, no es ni mi mayor sueño ni lo descarto del todo tengo una actitud neutral respecto a ese tema, pero cuando conocí a Milky algo en mi renació o se despertó, quise algo más que a mi misma, quise a un pequeño ser vivo que respiraba cómo yo, que piensa, que siente dolor, frío y calor. Reconocí que me gusta cuidarla cuando se enferma, que me gusta tener la responsabilidad de alimentarla y bañarla. Cuando conocí a Milky me hice cómo su mamá, aunque sé que los perros nunca deben cubrir esa falta de cariño en las personas, el Dr. Millan (el encantador de perros para los televindentes) dice que no debemos ver a los perros cómo otro ser humano que viene a cubrir nuestras carencias, ellos son perros, nosotros somos humanos, ellos son las mascotas, nosotros somos el amo. Pero con mi modorris redescubrí que me puedo preocupar por algo más, puedo tener una responsabilidad y ser capaz de no dejarla morir.



En una película de Sandra Bulock, donde es alcoholica, decide entrar a rehab, en esos famosos progamas estadounidenses (por que dudo que en México existan si no es Oceanica) de 40 días y 40 noches de desintoxicación, entonces ahí dicen que si te puedes hacer cargo de una planta y de una mascota sin dejarlos morir, puedes hacerte cargo de ti mismo, yo ya tengo la planta y la mascota que aún no mueren, la planta va a cumplir un año y está verde cómo lechuga fresca (hasta su abonito le puse) y mi Milky en diciembre cumple 9 añitos. De cualquier modo mi mamá, papá y hermano me han ayudado a mantenerla alimentada y limpia, pero ha sido muy bonito tenerla en casa en estos años de juventud y aprendizaje (para mi más que para ella).




Los perros son los mejores amigos de los humanos, mi Milky es mi mejor amiga, mi bebé y mi amor animal eterno, mueve la cola cuando le muevo las cejitas en plan coqueton, mueve la cola cuando le sonreimos, me ve con ojitos tristes cuando lloro, se sienta en mi pie cuando estoy sentada en el sillón o hace cómo gato y se retuerce entre las rodillas, se mete en pequeños huecos de la casa, come mango, corre como stitch, no le gusta el platano, levanta la patita cuando pone atención, quiere estar en la manada cuando hay visitas, es buena con los niños pero no los ama y corre hacía mi para salvarla cuando la quieren tocar.

Es una buena perrita inteligente, no sé si tengamos una canción de amor, creo que no, a veces todas las canciones que cantamos en la ducha las componemos con su nombre entre líneas.

Cuando pienso en cosas serias, pienso que hay dos seres que han llegado a mi vida cuando menos lo esperaba, me han enseñado a ver la vida de distintas maneras, y son dos seres que no pertenecen a ningún lazo familiar consanguíneo ni político, uno de esos dos seres es un individuo del tipo humano de sexo masculino que conozco desde hace unos 5 años, y el otro ser es Milky, mi más grande anhelo es poder salir a caminar con esos dos seres a mi lado y hablar (con ambos) de lo mucho que los quiero y de lo mucho que me han enseñado.


Gracias a ellos cambié de hábitos, de formas de pensar, de vivir y de querer, mi Milky me ha enseñado a ser cariñosa con los de su especie y con los de la mía, me ha enseñado a amar sin condiciones, me ha mostrado la belleza en su más pura definición y me ha observado cómo yo la observo a ella.

Quiero a mi modorra consentida, la quiero de aquí hasta la última estrella del derramamiento lechoso de la vía láctea!!! la querré 4ever and ever!!! =D

Me siento cómo en la película Antes del atardecer cuando la pareja va al departamento de ella y entonces ella encuentra a su gato en las escaleras, empieza a hablar de las características de su minino y al final lo abraza con mucho cariño y termina la escena rematando con un profundo y sincero -ayyyy amo a mi gato!!- yo así estoy, me encontré a mi perrita en el patio de mi casa, empecé a enumerar sus características y termino rematando con un -ayyyy amo a mi Milky!!!