Recuerdo cuando te conocí

El primer día de clases en mi nueva escuela vi a mis nuevos compañeros y pensé que serían un tanto aburridos y tal vez ni vi un futuro cerca de ellos, a mis amigas las vi un poco más interesantes que a los demás y por eso me acerqué a ellas, hasta hoy llevamos una excelente relación, son a las que más quiero y no las cambio por nadie.

Pero a ti te vi siempre entre la multitud, algo de ti me hizo notarte un algo que aún no entiendo, desde ahí supe que si nos conocíamos mejor nos llevaríamos muy bien, pero no fue hasta cuatro años después que lo vine a comprobar.

En aquel entonces tomábamos francés a medio día, tu sabías francés y nos humillaste a todos por que dijiste que habías ido a Canadá, dudo mucho que en aquel entonces el 50% de nosotros siquiera hubiera salido del Estado, ahí me pareciste aún más interesante.

Hablabas con una linda niña de pelo muy corto y (antinaturalmente)rubio, esa niña hoy es una de mis mejores amigas, tú no la comprendiste en su eterna búsqueda de la belleza de sí misma, hoy lo sigue haciendo y nos divertimos horrores imitando su peculiares modos de hacer las cosas.



Cuando podía hablar contigo había algo que me impedía contarte toda la verdad, una barrera invisible que hacía que no pudiera externar todo lo sentido, esa barrera aún existe, no sé si es que tu siempre hablas mucho de ti misma de los chistes que te dan risa y de las casualidades de tu vida, pero aún hoy siendo tan amigas cómo somos no puedo contarte lo más importante que hasta hoy me ha pasado.

Te veía cómo una gran competencia, les gustabas a los profesores, fumabas en los pasillos con los hombres, hacías nuevas y extrañas amistades, nos saludabas afectuosamente y reías con escandalo en el salón, siempre sentada detrás de mí y yo siempre escuchando en cada clase el cuchicheo de tu voz.

Nos fuimos de viaje académico, no fueron mis amigas, dormí en la misma habitación de ustedes dos (tu y tu amiga), y después de dos días a su lado no las soporté más, quería alejarme de ustedes dos, me parecían inmaduras, desvocadamente coquetas, fresas, payasas, alergicas a todo, exageradamente escandalosas, me ignoraban y yo sólo quería que alguien también escuchara lo que yo tenía que decir no sólo escucharlas repiquetear. El colmo fue el viaje de regreso a casa, yo hablando de cine mi mayor pasión, y tu sin llamarte entrometiendote en una linda conversación con A, en conclusión me caíste muy mal. Me alejé de ti, te volviste un alguien más en el salón.

Desde lejos te veía cómo un ser un tanto presumido, siempre queriendo llamar la atención.

De repente tus amigas se hicieron cómo pequeños monstruos criticones y superfluos, con el cambio que estabas experimentando no te comprendieron, te hiciste a un lado y quisiste entrar al circulo amistoso de nuestras vidas. Yo te acepté, las demás también, pero nos encontramos por fin con algo que ya se veía venir: puntos exactos, reacciones parecidas, observaciones obsesivas iguales.

Nos reconocimos en la lejanía, nos gritamos nuestros nombres, nos adueñamos de una estampa parecida, yo te quise mucho en muy poco tiempo, sentí que tu hiciste lo mismo por mí. Pasaron unos meses, te fuiste durante un semestre a tierras sureñas, te extrañé, regresaste y hasta lloré.

Los demás dicen que te apropiaste de mí y de mis decisiones, a veces así lo sentí... pero sé que soy independiente, siempre lo he sido, no necesitaba de ti para hacer algo sólo por y para mí. A veces mentí con descaro para cumplirte algún capricho, escuche todos tus planes, vi tus emociones desbordarse por un nuevo amor y vi tu corazón roto al mismo tiempo. Te escuché, te consolé.

Un día no me reí de una parte del chiste que debí, me reí de otra. Un día no recordé lo que nunca me dijiste, recordé que nunca lo mencionaste para mí. Un día no te conté mi aventura de la noche más peculiar que he tenido. Un día no te acompañé a tu tan esperado concierto.

Hace poco tome una decisión y desde entonces no he podido acompañarte en nada, ¿¿es una maldición o un desencanto?? no lo sé, solo sé que hoy sigues sin hablarme... y entonces hoy recuerdo cuando te conocí...