miércoles, 12 de marzo de 2008

Platero (lease milky) y Iop.

¿Por qué nunca he relatado la historia de mi dulce y hermosa mascota? no lo sé, pero he aquí mi adornada versión:

Había una vez una linda quinceañera llamada Iop, que no quiso tener una carísima fiesta de 15 años, sólo pidió una simple y llana cosa, tener al perro más hermoso y perfecto del mundo. Sus padres se preguntaron: ¿Cómo diablos vamos a obtener lo que nuestra loca hija nos pide?.

Después de mucho buscar y buscar en periódicos, gacetas, publicaciones especializadas en venta de mascotas y demás documentos extraños que no sé por que razón existen pero son muy útiles para estos fines; descubrieron que la raza más hermosa y perfecta del mundo era el West Highland White Terrier, pero a la vez se percataron de que dicha raza no era muy común en México, y que los escasos westies a la venta eran muy caros, así que se rindieron en la búsqueda por un tiempo.

*Cómo no encontraban al perro deseado por Iop, los padres de la quinceañera encontraron, en una plaza comercial, un pequeño muñeco de peluche parecido al animal tan anhelado, lo adquirieron inmediatamente y lo obsequiaron (a modo de consuelo) a la encantadora adolescente. Ella al tener una naturaleza amable lo acepto y entendió que esa era, en pocas palabras, la redención de sus progenitores. Para no mortificarlos más, sólo lloro una lágrima silenciosa que rápidamente limpio de su tierna mejilla.




*Pero cual sería la sorpresa de Iop, al enterarse de que ese muñeco de peluche era nada más y nada menos que un pequeño duende irlandés zoomorfo, que le habló al estar con ella a solas con su dulce voz de duende irlandés, y así le dio a entender que no temiera por que su deseo se haría realidad, que la pequeña cosa peluda que le había pedido a sus padres aún no nacía, pero que lo haría en una despejada noche estrellada de sagitario y que llegaría en un vehículo azul cielo, bajo las rejas de la protección solar. Aunque no entendió nada, la niña creyó en el duende y esperó a la pequeña señal de los dioses celtas.

Iop nunca se rindió en la búsqueda, hasta que de la nada, en un periódico de distribución local, hayo un peculiar anuncio, obligó a su madre a comunicarse a los números plasmados en dicho anuncio y descubrió amargamente que todos los perros ya estaban vendidos excepto dos, una hembra y un macho, obvio Iop quería a la hembra (que por cierto no estaba a la venta).

Su mamá, con sus sorprendentes poderes de persuasión, convenció a la dueña de que le vendieran al espécimen deseado, ella dijo que lo pensaría.

Iop no podía esperar más para ver al pequeño cachorro, así que fue a asomarse al balcón de los padres, a lo lejos vio un taxi azul, y de algún extraño modo pudo visualizar una pequeña jaula y a un diminuto perrito en su interior. Fue ahí cuando descubrió que desde ese momento, en el primer vistazo, amo a ese animalito blanco y orejón.

Han pasado mas de seis años desde ese día en el que se miraron por primera vez, y aún al seguir viendo sus castaños ojos, puede ver la luz de la inocencia y de la astucia reflejados en su interior.

Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy que bella que es mi Milky!!!!!!!!!!!!

Nota aclaratoria: Todos aquellos renglones que tengan un asterisco al inicio, son pura y mera creación de mi imaginación retorcida por cuentos de hadas y esas cursilerías que nos leen los padres en la infancia.

sábado, 8 de marzo de 2008

Entre chistes y copas.

Típico viernes en la noche, diez personas con gargantas sedientas, dos taxis, un sólo departamento, una sola misión: divertirse a costa de lo que sea, si es necesario destruir cactus a diestra y siniestra, lo harán.

Resultados de la misión:
-Agotar a los dos únicos hombres que sabían bailar.
-Recibir pisotones de los otros dos que no sabían hacerlo.
-La muerte parcial de dos personitas en un slam colectivo (de ocho personas).
-La ceguera parcial de otra persona participante de un baile colectivo imitando un concierto de Rock.
-Derrame de tequilas al por mayor con un solo movimiento de caderas.
-Las mejores canciones incompletas al estar todos sobrios.
-Un juego en el que todos perdimos y paradógicamente ganamos una embriaguez somnífera.
-La peor paliza para nuestras neuronas, se atrofiaron las pocas que quedaban en los cerebros humanistas, con sinapsis incompletas, olvidamos hasta lo más esencial.
-Otro juego en el que todos nos agarramos todo, nos besamos todo, nos vimos todo.
-Miradas más lascivas de lo común.
-Manoseos innecesarios, que las canciones ameritaban.
-Lenguaje más que vulgar, y enterarme de que Janis y yo somos más porno de lo que creíamos.
-Una buena ronda de chistes.
-Una botella de tequila completamente vacía.
-Las mejores canciones completas al estar todos embriagados.
-Terminar todos con un sueño tremendo y con un silencio sepulcral después de semejantes actividades mas que confiansudas.
-Entre otras bellas y finas cosas.